Ofrecemos una amplia gama de beneficios que harán de este proceso uno mucho más eficiente.
Nuestra tecnología es un proceso químico varias veces más rápido que las alternativas que actualmente utilizan procesos biológicos. Nuestro sistema es 600 veces más potente que utilizar cloro y varías veces más poderoso y rápido que las alternativas de ozono.
Al tratarse de un proceso simple, no se requieren grandes cantidades de energía para poder producirlo, por lo que el consumo eléctrico es bastante bajo para generar el proceso. Además, requiere de una mantención reducida y necesita de mínimo personal que esté supervisando o haga funcionar el sistema.
La máquina que utilizamos es portátil y se puede adaptar a cualquier infraestructura existente por lo que su costo de operación es menor a los sistemas actuales y la empresa no debe realizar inversiones adicionales.
Cuando el oxígeno atómico entra en contacto con las bacterias las elimina por completo sin dejar rastro alguno, incluso desaparece el olor que puedan generar.
Al trabajar a un nivel molecular, nuestra tecnología no requiere de grandes espacios físicos para realizar su trabajo, como sí lo es en el caso de los procesos biológicos que se ofrecen como solución hoy en día.
El oxígeno atómico (O) se puede combinar con otros átomos/moléculas, como por ejemplo el hidrógeno (OH), para aumentar su poder de desinfección.
El oxígeno atómico permite recuperar aguas negras residuales o industriales, desinfectar procesos productivos sin alterar los productos y recuperar fondos marinos sin dañar el ecosistema.
Nuestra tecnología no contamina. No se utiliza ninguna clase de químicos ni materiales contaminantes, no genera desechos y requiere de un bajo consumo eléctrico para funcionar.
La oxidación acelerada, como se le llama científicamente a nuestro proceso, no afecta otras variables y no genera residuos que puedan dificultar el trabajo.